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viernes, 31 de julio de 2015

LEVEDAD DE LA LITERATURA LATINOAMERICANA


EL ETNOGRAFO

J. L. Borges

El caso me lo refirieron en Texas, pero había acontecido en otro estado. Cuenta con un solo protagonista, salvo que en toda historia los protagonistas son miles, visibles e invisibles, vivos y muertos. Se llamaba, creo, Fred Murdock. Era alto a la manera americana, ni rubio ni moreno, de perfil de hacha, de muy pocas palabras. Nada singular había en él, ni siquiera esa fingida singularidad que es propia de los jóvenes. Naturalmente respetuoso, no descreía de los libros ni de quienes escriben los libros. Era suya esa edad en que el hombre no sabe aún quién es y está listo para entregarse a lo que le propone el azar: la mística del persa o el desconocido origen del húngaro, la aventuras de la guerra o del álgebra, el puritanismo o la orgía. En la universidad le aconsejaron el estudio de las lenguas indígenas. Hay ritos esotéricos que perduran en ciertas tribus del oeste; su profesor, un hombre entrado en años, le propuso que hiciera su habitación en una toldería, que observara los ritos y que descubriera el secreto que los brujos revelan al iniciado. A su vuelta, redactaría una tesis que las autoridades del instituto darían a la imprenta. Murdock aceptó con alacridad. Uno de sus mayores había muerto en las guerras de la frontera; esa antigua discordia de sus estirpes era un vínculo ahora. Previó, sin duda, las dificultades que lo aguardaban; tenía que lograr que los hombres rojos lo aceptaran como a uno de los suyos. Emprendió la larga aventura. Más de dos años habitó en la pradera, bajo toldos de cuero o a la intemperie. Se levantaba antes del alba, se acostaba al anochecer, llegó a soñar en un idioma que no era el de sus padres. Acostumbró su paladar a sabores ásperos, se cubrió con ropas extrañas, olvidó los amigos y la ciudad, llegó a pensar de una manera que su lógica rechazaba. Durante los primeros meses de aprendizaje tomaba notas sigilosas, que rompería después, acaso para no despertar la suspicacia de los otros, acaso porque ya no las precisaba. Al término de un plazo prefijado por ciertos ejercicios, de índole moral y de índole física, el sacerdote le ordenó que fuera recordando sus sueños y que se los confiara al clarear el día. Comprobó que en las noches de luna llena soñaba con bisontes. Confió estos sueños repetidos a su maestro; éste acabó por revelarle su doctrina secreta. Una mañana, sin haberse despedido de nadie, Murdock se fue. 

En la ciudad, sintió la nostalgia de aquellas tardes iniciales de la pradera en que había sentido, hace tiempo, la nostalgia de la ciudad. Se encaminó al despacho del profesor y le dijo que sabía el secreto y que había resuelto no publicarlo.


 -- ¿Lo ata su juramento? -- preguntó el otro. 

-- No es ésa mi razón -- dijo Murdock --. En esas lejanías aprendí algo que no puedo decir. 

-- ¿Acaso el idioma inglés es insuficiente? -- observaría el otro.

 -- Nada de eso, señor. Ahora que poseo el secreto, podría enunciarlo de cien modos distintos y aun contradictorios. No sé muy bien cómo decirle que el secreto es precioso y que ahora la ciencia, nuestra ciencia, me parece una mera frivolidad.

 Agregó al cabo de una pausa: 

-- El secreto, por lo demás, no vale lo que valen los caminos que me condujeron a él. Esos caminos hay que andarlos.

 El profesor le dijo con frialdad:

 -- Comunicaré su decisión al Concejo. ¿Usted piensa vivir entre los indios?

 Murdock le contestó:

 -- No. Tal vez no vuelva a la pradera. Lo que me enseñaron sus hombres vale para cualquier lugar y para cualquier circunstancia.

 Tal fue, en esencia, el diálogo. 


Fred se casó, se divorció y es ahora uno de los bibliotecarios de Yale.
JL Borges

jueves, 16 de julio de 2015

OBSERVATORIOS CIUDADANOS LOCALES



PETICION RENDICION PUBLICA DE CUENTAS


Socialización de Informe ciudadano “Bogotá Humana”  Ejecución Vigencia 2014


El Observatorio Ciudadano de la Localidad 8ª – Ciudad Kennedy presentó y socializó  el pasado 17 de junio/15 el contenido y los resultados del informe de ejecución vigencia 2014 del plan de desarrollo local de “Bogotá Humana” ante el Consejo Local de Gobierno.  

A la sesión del consejo asistieron funcionarios de la alcaldía local, funcionarios y contratistas  de las entidades distritales en el territorio local y ciudadanos integrantes y partícipes del Observatorio. Este Informe como instrumento ciudadano constituye un documento de avance del diagnóstico e intervención social local respecto a las fortalezas y debilidades de los programas, proyectos y metas del plan de desarrollo en la localidad, en el cual se ha estado aplicando la herramienta estándar internacional para el logro de los Gobiernos Confiables (ISO 18091:2014, Veeduría Distrital) que a través de la semaforización (Verde, Amarillo y Rojo) de indicadores y subindicadores, indica a la localidad el grado de cumplimiento del gobierno local con los compromisos y las metas del plan de desarrollo que lo hacen más o menos confiable de la ciudadanía.  



El Observatorio Ciudadano de Ciudad Kennedy durante la administración pública de la Bogotá Humana ha estado realizando una valiosa experiencia de intervención social y control ciudadano al plan de desarrollo, apoyándose en la línea de base diagnóstica del plan para la ciudad y en la formulación de su problemática; especialmente con relación al fenómeno de la corrupción sobre la administración pública y a la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones políticas, como fuentes matrices del conjunto de problemas irresueltos que agobian a la ciudad y al país. 

Quizá también por ésto, o precisamente por eso mismo, la ciudad no está ni estará ajena a agendas públicas como el debate sobre la paz de los colombianos, que seguramente en las jornadas electorales de octubre que se avecinan muchos harán de ella tema de campaña, pero lo más importante como está sugerido en este informe es que desde la visión ciudadana y de una cultura ciudadana operante  el verdadero nombre de la paz es la cultura elevada del conflicto, el aprendizaje social del tratamiento y superación civilizada o productiva de los conflictos entre los colombianos (desde el hogar, el barrio, la escuela, la empresa, la institución o el Estado); aprendiendo y haciendo uso público de la herramienta del diálogo fundado en ideas y argumentos, que es una de las apuestas básicas que ha promovido y puesto en práctica el Observatorio Ciudadano de Ciudad Kennedy.

La etapa subsiguiente del Observatorio Ciudadano y la Administración Local, es avanzar tanto en el seguimiento a las observaciones de mejoramiento contenidas en el Informe, como concretar la mesa de pactos y verificación de fuentes de información para la rendición pública de cuentas a la ejecución del plan que se adelanta durante este año 2015